Nadie es profeta en su tierra
Esta sentencia fue pronunciada por Jesucristo en la Sinagoga de Nazaret ante el escepticismo de sus paisanos por todo lo que habían oído acerca del que habría de ser el Mesías. “
Cuando los nazarenos (habitantes de Nazaret y paisanos de Jesús) escucharon esas palabras lo expulsaron, lo apalearon e incluso, intentaron despeñarlo por un barranco que había por allí cerca.
Nosotros, en su versión reducida y coloquial decimos aquello de “nadie es profeta en su tierra" para manifestar así que son muy pocas las personas a las que se les reconocen su valía y sus méritos. no ya en su pueblo sino ni en su propia familia.
Solemos caer en el permanente error de valorar lo foráneo y lo ajeno y, sin embargo, al paisano, por elcontrario, se lo ponemos mucho más difícil. Y esto ocurre en todos los ámbitos de la vida, el deportivo, empresarial, investigación, laboral, político, moda, tecnología,... Parece que la calidad del producto se midiera por los kilometros de distancia a los que se ha fabricado o que la valía de un deportista es mayor o menor dependiendo de los exóstico que sea su origen.
En fin, ya no apaleamos a nadie, ni los precipitamos por un barranco pero, el que quiera hacerse un hueco entre los suyos está obligado a pagar un plus de “paisanaje”. Aquí vendría a cuento aquello de que “el que vale, vale, aquí y en Pekín”, ¿verdad?
En fín.
Enlace a la publicación en Facebook
Hasta el próximo jueves.