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"A cada Santo se le debe una vela"

 

24ª Entrega #dsdelcampanario
(Comentarios al refranero religioso-popular castellano).
 
"A CADA SANTO SE LE DEBE UNA VELA" 

     Noviembre, mes de los santos, no de los del calendario sino de aquellos otros menos populares pero mucho más cercanos y queridos a los cuales tenemos presentes, de forma especial, a lo largo de todo este bendito mes.

              Pero los santos del calendario, los “famosos”, los “galácticos del santoral”, son a los que acudimos, mayoritariamente, cuando atravesamos momentos de dificultad, necesidad o calamidad, en esas situaciones de “solo nos acordamos de Sta. Bárbara…”. San Blas para la garganta, San Antonio para los novios, para la vista Santa Lucía o San Judas Tadeo para las causas imposibles son muestra de algunos de los santos más recurridos por los creyentes (y en algunos casos, también por los no creyentes, ¡curioso esto!).

              Ocurre que, algunas veces abrimos tantos y tantos frentes en esto de acudir a los santos (¡y/o santas!, no se me enfaden) que, realmente podríamos decir eso de que tenemos a un montón de estos personajes celestiales pendientes de que no nos olvidemos ponerles su vela, esto es, “deber a cada santo su vela”.

              Son santos,  no tontos. Saben de quiénes se pueden fiar. No son vengativos, pero sí justos. Al fin y al cabo son personas, excelentes, pero personas.

              Con lo cual, amigos, “es de bien nacidos ser agradecidos”, y sí adquieres deudas, aunque sea con los un santo o una santa, no te olvides de “ponerles su vela”: ¡ese es el precio!

     En fín. 

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     Hasta el próximo jueves.

 


 

 

Tomar una decisión Salomónica

 

23ª Entrega #dsdelcampanario
(Comentarios al refranero religioso-popular castellano).
 
 
"TOMAR UNA DECISIÓN SALOMÓNICA" 

            Una decisión, un juicio o impartir justicia salomónica se fundamenta sobre uno de los episodios más conocidos del Antiguo Testamento, concretamente el que relata  el libro I de los Reyes  (3, 16-28) y en el que aparece este gran Rey que lo fue, Salomón, cuyo reinado transcurrió allá por el siglo X a. de C.

              Cuenta este relato que un día se presentaron ante el poderosísimo rey dos madres, el hijo de una de las cuales había muerto y que se disputaban la maternidad del otro bebé. Salomón al ver que no había manera de poner de acuerdo a estas madres para saber a cuál de ellas  correspondía el niño con vida, optó por la “calle de en medio”: “Partid en dos al niño vivo, y dad la mitad a la una y la otra mitad a la otra”. Ante lo cual, la verdadera madre pidió desesperadamente que le dieran el niño a su rival.

              Esa actitud de generosidad y amor hacia el bebé fue la que sirvió al gran rey para descubrir quién era la verdadera madre: la que no estaba dispuesta a permitir la muerte de su hijo y que prefería perderlo antes que darle muerte.

              Ni para una ni para la otra, a la mitad y se acabó la discusión. A menudo tomar una decisión de este calado facilita conocer quién es el que posee la razón y quién es el que se mueve por aviesos intereses.

En fin.

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Saludos y hasta el próximo jueves.

 


 

En la mesa de San Francisco donde comen cuatro, comen cinco

 

22ª Entrega #dsdelcampanario
(Comentarios al refranero religioso-popular castellano).
 

     "EN LA MESA DE SAN FRANCISCO DONDE COMEN CUATRO, COMEN CINCO"

           El próximo domingo, 4 de octubre, celebra toda  la cristiandad la fiesta de San Francisco de Asís, santo italiano, fallecido el 3 de octubre de 1226 y al que se le debe la fundación de los Orden de los Hermanos Menores (OFM), más conocidos como Franciscanos, de los que tenemos una nutrida presencia de ellos en el Monasterio extremeño de Guadalupe o en el “miniconvento de El Palancar” (CC), el cual si no lo habéis visitado os aconsejaría que no  dejéis de realizar  una visita en cuanto os sea posible. Ostenta el “honor” de ser el convento más pequeño del mundo.

                 La Orden Franciscana se ha caracterizado a lo largo de sus 800 años de historia por su opción preferencial hacia lo más pobres y así, en fidelidad al espíritu de su fundador, estos frailes (“menores”, como le gustaba a San Francisco llamarse) han estado siempre dispuestos a acoger a todo aquel que llamaba a sus puertas, a facilitarles alojamiento, alimentos, cariño y cercanía. “Donde comían cuatro, podían comer cinco, doce, dieciocho o veinticinco”. Todos son bienvenidos a sus casas. Por ello, uno de los cargos más importantes en estos Conventos es el de Portero. Es el fraile encargado de recibir a peregrinos y visitantes y es, por ello, el primero que tiene que revelar el auténtico espíritu de acogida que San Francisco legó a sus hijos, los frailes menores.

              El papa Francisco también celebra ese día su onomástica. Es innegable que este Pontífice lleva con mucho orgullo ese nombre y está dando, más que sobradamente, testimonio de auténtica humildad.

                 Vaya, por adelantado, mi felicitación para los Franciscos y Franciscas, Frascos y Frascas, Pacos, Pacas y Paquis y a todos los belenistas y ecologistas que se acogen bajo su patronazgo.

              En fin.

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              Hasta el próximo jueves.