Nos encontramos con uno de los tópicos más típicos acerca de la mujer: la (casi) exclusiva responsabilidad sobre las tareas del hogar que tradicionalmente ha venido recayendo sobre ellas, aunque hemos de reconocer que en esto hemos avanzado mucho en los últimos años, pero sigue siendo cierto también que aún nos queda mucho por conseguir.
Me siguen rechinando expresiones tales como “ama de casa” y no te digo ya nada de aquello, que incluso aparecía en los DNI antiguos, de S.L., ¿recordáis? SUS LABORES. ¡Casi nada! Quedaba más que claro que las tareas del hogar eran cosa de ellas, de las mamás, de las chachas. Aún recuerdo perfectamente en el colegio, los primeros días de clase, cuando el maestro pasaba lista preguntando las profesiones de papá y mamá y cómo la inmensa mayoría de nosotros contestábamos, de forma automática e inconscientes, aquello de “sus labores”, con lo que quedaba de manifiesto de quién era esa responsabilidad. Y no pasaba nada, todo el mundo lo tenía normalizado, eso era cosa de mujeres, de mamás y, cuando las había, de las hermanas a partir de la edad núbil.
Qué pena, cuánto tiempo hemos perdido.
En fin.
No hay comentarios:
Publicar un comentario